Eres una invitación al deseo y a la complicidad
Resistir es imposible
Por que sólo tu presencia invita a pecar
A hacer aquellas cosas prohibidas
Absurdas y atrevidas.
No se conformarme, no contigo
No tratándose de tus ojos
No al roce de las manos más envolventes
Ni a la voz más cautivadora.
El escalofrío recorre cada una de las partes
Que con la mirada vàs descubriendo
Que el hambre de tu compañía es insoportable.
Déjame tocar tu cabello
Y rosa mi hombro con delicadeza
Así como con lentitud la noche va cayendo.
Y la luna brillante es el testigo
Eres el pensamiento constante
El deseo a pecar
El latido descontrolado.
Y la luna brillante es el testigo
Eres el pensamiento constante
El deseo a pecar
El latido descontrolado.
Eres ese latido que no puedo decir.
Eres el pecado que quiero cometer..
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